La luz detrás de todo

A la hora en que salgo del trabajo y me subo a la bicicleta tengo el sol de frente. A veces, si voy por la vereda y no hay gente en ella me gusta cerrar los ojos por pequeños microsegundos para sentir el viento en la cara (alguien dijo freaky?). Lo cierto es que en ese momento en que cerré los ojos me desapareció el sol! Me faltó el calor y la sensación de el mismísimo sol 🌞 que esperé durante todo el día de encierro en la oficina! Fue ahí cuando me di cuenta de que frente a mi había un edificio en construcción 🏦 que me obstaculizaba la llegada del mismo, pero nada grave, avancé unos metros y me lo volví a encontrar.

En ese instante sentí la voz de Dios diciendo que Él siempre está ahí, a veces más visible, al alcance, a veces más escondido detrás de alguna situación oscura... Pero saben qué es lo que más me pegó? Que es mi absoluta y entera responsabilidad acercarme al mismo, moverme, esforzarme. Me podría quedar toda esa tarde en la sombra quejándome porque el sol se escondió, porque me toca la oscuridad, porque Dios se alejó de mi, porque no obtengo respuesta... Pero el avanzar hace que pueda volver a ver la luz con claridad, la que tanto necesitaba.

Salmo 81.7 ♥ TLA "Cuando estabas angustiado, me llamaste y te libré; te respondí desde la oscura nube donde estaba yo escondido"